¿Qué hay más Gratificante para un Adulto que Recordar su Niñez con Nostalgia?
¡Con Música la Vida es Siempre Mucho Mejor!
La Educación Musical Temprana inicia a los más pequeños en el mundo de la música. Estas clases son muy útiles para el desarrollo de otras muchas capacidades a nivel comunicativo, motriz y expresivo y, por supuesto, capacidades musicales que, en el futuro, pueden suponer una buena base para la formación de futuros músicos.
De esta forma, las niñas y niños experimentan con las bases del lenguaje musical: las melodías, los sonidos… para fomentar el lado creativo que todos llevamos dentro y que, en los más pequeños, es muy importante desarrollar para la adquisición de habilidades plásticas.
Aprenderán sonidos que pueden emitir con su cuerpo o con instrumentos musicales pequeños, siempre con actividades orientadas al aprendizaje a través del juego, fundamental en estos momentos de su desarrollo.
Los bebés tienen la capacidad de sentir el ritmo de la música incluso antes de nacer, ya que es uno de los sentidos que primero se desarrollan. Por eso, la Educación Musical Temprana impartida desde la infancia ayuda enormemente al desarrollo integral de niños y niñas.
El fin de estas clases es ayudar al desarrollo cognitivo y creativo, estimulándolo desde edades tempranas. Como suele ocurrir con las habilidades que supone aprender un nuevo lenguaje, también ayuda a mejorar las capacidades de lectura, el dominio lingüístico, las habilidades matemáticas o la agilidad mental.
Aunque pueda parecer que este aprendizaje se adquiere mejor a edades más tardías, lo cierto es que la Educación Musical Temprana es muy beneficiosa cuanto primero se comiencen con estas clases. No obstante, las clases pueden comenzar en el momento que mejor consideren los padres. En nuestra escuela, los niños y niñas pueden matricularse desde los 3 hasta los 6 años de edad. A partir de los 6 años ya podría comenzarse con la formación estructural de nuestras clases de música.
Desde que los bebés se encuentran aún en el periodo de gestación, pueden percibir sonidos y, curiosamente, también ritmos. Con esta base, la Educación Musical Temprana ayudará a mejorar el sistema auditivo, además de mejorar su propia conciencia auditiva y emocional.
Ayudamos a desarrollar la aptitud musical y a que por sí mismos desarrollen el sentido del ritmo que ya es innato en ellos y ellas. Con la motricidad que practican al jugar y tocar pequeños instrumentos, también mejoran en estas habilidades.
También se potencia su capacidad artístico-creativa, mejorando la futura capacidad de expresión de sentimientos e ideas y en el desarrollo de la memoria.
El lenguaje musical, dado su carácter universal, facilita la integración socio-cultural, de niños y niñas de cualquier procedencia, aunque hablen idiomas distintos, ya que a través de la música pueden conectar y comunicarse mejor entre sí.
Valoramos en nuestras clases que el aprendizaje en educación temprana se realice, sobre todo, a partir del juego.
En ningún caso, la educación temprana en los más pequeños debe verse como una obligación, sino que puedan aprender divirtiéndose. Al estar en el marco de su escuela de música, aprenden también por imitación junto con sus otros compañeros a desenvolverse y comunicarse en el ámbito musical, potenciando su madurez, capacidad de esfuerzo y trabajo colaborativo.
Unas habilidades muy importantes que son también pilares de las demás formaciones y actividades de nuestra escuela de música.
¿Crees que tu hijo o hija disfrutará de nuestras clases?
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